LEA CON SUS HIJOS


Pensando el constante deseo por mejorar la educación y promoción de hábitos lectores en familia, paso a sugerirles algunas alternativas para aprovechar al máximo la lectura que puedan realizar en su entorno habitual:


1.- La lectura escogida debe gustarle al adulto. Los niños perciben todo, por lo que si el libro no le gusta a quien lee, esto se reflejará. Tampoco se deben imponer estilos ni tipos de literatura: si al niño(a) le gusta el cómic, lea cómic.


2.- No interrumpir la lectura con preguntas como: ¿entiendes?, ¿qué significa esta palabra?, ¿cómo se llama el protagonista?. Esto altera el sentido del proceso y el niño sentirá que cada vez que le leen tendrá que responder un cuestionario.


3.- Después de la lectura tampoco se deben hacer preguntas. Sí se puede iniciar una conversación para saber si al niño le gustó el libro, qué personaje no le agradó, etc.


4.- Dar el espacio para que él pregunte algo si lo desea. Si pide que le repitan el cuento o una parte de éste, acceder. Los pequeños (3-6 años) disfrutan de la repetición porque, como aún no saben leer, sienten que se pueden aprender los cuentos de memoria y jugar a leer.


5.- Una vez que el niño(a) ya tiene la costumbre de escuchar historias, se puede jugar a cambiar el final de una historia o conversar sobre que imaginan con el título antes de comenzar el libro. Los adultos deben comenzar el juego, por ende su ejemplo como lector será vital.


6.- En niños(as) de 10 años respetar su autonomía. Leer juntos diferentes textos pero manteniendo el contacto afectivo (estar en un mismo sillón) o compartir un solo cuento, pero que cada uno lea un párrafo en voz alta.


Como pueden apreciar, el gusto o disgusto por la lectura se comienza a desarrollar en las familias, por ello su ayuda y ejemplo serán vitales en su futuro como lectores activos.


Apoyo Pedagógico