¿Qué son los trastornos de ansiedad?



La ansiedad puede ser definida como una respuesta emocional o patrón de respuestas que engloba aspectos fisiológicos, caracterizados por un alto grado de activación del sistema nervioso autónomo y aspectos motores que suelen implicar comportamientos escasamente adaptativos.

La ansiedad es una sensación experimentada por todos en mayor o menor medida en nuestra vida cotidiana. Cuando se produce con niveles moderados nos ayuda a enfrentarnos a las situaciones facilitando nuestra motivación para actuar, nuestro rendimiento, nos mantiene alerta ante las situaciones desconocidas. Pero si alcanza niveles exagerados, esta emoción normalmente útil puede dar lugar al resultado opuesto: impide enfrentarse a la situación, paraliza y trastorna la vida diaria, provocando malestar, e incluso en muchas ocasiones impide llevar una vida normalizada.

Se puede conocer si el nivel de ansiedad es excesivo observando si se presentan síntomas físicos como alteraciones del sueño, del apetito, dolor de cabeza, del cuello, mayor deseo de fumar, tomar café o alcohol, tensión muscular, hiperventilación, etc. Si se presentan pensamientos de preocupación, autodestructivos, comparación desfavorable con otras personas, el futuro se ve negro, tu estado de ánimo está más bajo de lo normal y se producen sentimientos de miedo, desesperanza.

La respuesta de ansiedad puede provocarse tanto por estímulos o situaciones externas, como por estímulos internos al sujeto, como pensamientos, ideas, imágenes, etc.

Las características personales del sujeto -como son su estructura biológica o tendencias hereditarias, más el aprendizaje por medio de sus experiencias vitales- acostumbran a determinar su predisposición a manifestar reacciones de ansiedad ante las diversas situaciones.

Dentro de los trastornos de ansiedad los más frecuentes son las fobias y la ansiedad generalizada que, según Merikangas y Weissman (1985) pueden llegar a afectar al 15 -19% de la población, y los más infrecuentes son el trastorno de pánico, la agorafobia y el trastorno obsesivo compulsivo.

En el ámbito de las relaciones interpersonales el trastorno de ansiedad más relevante es el de la fobia social, que comienza sufriendo el sujeto timidez y dificultades de relación a causa de un exceso de ansiedad social. Muchas de estas personas pueden considerar que son tímidos y que no podrán cambiar, pero no es así, una buena terapia en habilidades sociales es muy efectiva y les solucionaría su dificultad.

En cualquiera de estas problemáticas la persona se siente ansiosa casi todo el tiempo. Muchas personas no entienden estos trastornos y piensan que deberían sobreponerse a los síntomas usando tan sólo la fuerza de voluntad, pero no da resultado. Es necesaria una intervención terapéutica rigurosa que facilite estrategias que permitan aprender a controlar la ansiedad llevándola hasta niveles razonables, y aprovechar su carácter motivador para que, en lugar de deteriorar el rendimiento, lo facilite.
Prof. Ariel Bórquez Saavedra